sábado, 4 de mayo de 2013

Bodegas Portia

El pasado fin de semana los Epicúreos nos reunimos en la burgalesa villa de Aranda de Duero. La excusa, si es que necesitábamos una, era disfrutar de los pinchos del concurso que se estaba celebrando allí y que ya ha relatado Mirella. Pero, como se pudo seguir en nuestro twitter, hubo tiempo para mucho más.

Estando en la denominación de origen Ribera del Duero una de las cosas que más nos apetecía era visitar una bodega. Habiendo muchas muy interesantes para elegir, en esta ocasión nos decidimos por Bodegas Portia. Una bodega que se encuentra en la cercana localidad de Gumiel de Izán y cuya silueta capta la atención de todos los viajeros que pasan por la Nacional I.


La bodega forma parte del grupo Faustino, muy conocido en Rioja y que también tiene presencia en Navarra y La Mancha. El edificio que ocupa, y que resulta su primer atractivo, es obra del arquitecto británico Norman Foster. Son tres naves en forma de estrella y parcialmente enterradas en la colina que ocupa. Como mejor se aprecia es probablemente vista desde arriba.

Al comenzar la visita nos dicen que no está permitido hacer fotografías dentro de la bodega, con la excepción de la tienda que también hace de sala de catas. Esto es algo que no entendemos y que resulta bastante decepcionante para los visitantes, pero es su casa y son sus normas, así que las respetamos. Por cierto que en la tienda llama la atención como elemento arquitectónico la escalera que conduce a la entrada.


Entre varios vídeos y las explicaciones de nuestra guía llegamos a saber bastantes datos sobre la bodega. Lleva el nombre de Portia por la séptima luna de Urano al ser la séptima bodega del grupo Faustino. Está construída con hormigón y elementos decorativos en materiales nobles: acero, cristal y madera. La uva procede de sus propios viñedos, unas 150 ha. de variedad tempranillo plantadas en espaldera que producen unos 750.000 kg. Por tanto la producción por hectárea es baja, buscando mayor calidad.


Pese a ser la bodega muy reciente sus vinos están teniendo buena acogida y, según nos dijeron, se exportan a todo el mundo. Cito textualmente: "China, La India, Atlantia..." Esto nos sorprendió mucho y, aunque suponemos que fue un lapsus, nos resultó muy divertido al recordarlo posteriormente. Ester encontró esta página sobre Atlantia, pero todavía no lo tenemos muy claro así que admitimos sugerencias sobre cuál es realmente ese lugar. :-)

La primera nave que visitamos es la de elaboración. Esta es la menos enterrada pues la ventilación es necesaria para la fermentación del vino. Aquí vemos un vídeo sobre la llegada de la uva, que se vendimia a máquina, salvo la destinada a vino de autor que se recoge manualmente. Los remolques suben por un lado de la bodega para descargar y salen completando la vuelta a la misma evitando problemas de tráfico.

La segunda nave, algo más cubierta por el terreno que la anterior, es la de crianza, donde se encuentran las barricas, de roble francés y americano. Todos sus vinos tienen crianza en madera y las barricas se renuevan constantemente.

La tercera nave es la de crianza en botella. Aquí es fundamental que no llegue la luz del sol para que el vino evolucione correctamente. Los botelleros también son diseñados por Foster y consisten en paneles de madera con agujeros en los que las botellas se sostienen por el cuello.

La zona central de la bodega alberga unos grandes depósitos que se emplean para los trasiegos necesarios en el proceso de elaboración. También se encuentra aquí la tienda y es donde realizamos al acabar la visita la cata de dos de sus vinos.


Los vinos que probamos son el Ebeia Roble que tiene 4 meses de crianza en roble americano y el Portia Crianza que ha sido criado 14 meses en barricas nuevas de roble francés y americano y 6 meses en botella. Ambos nos parecen muy equilibrados con agradables aromas a madera, más intensos en el caso del segundo.

La bodega también tiene un restaurante y un bar que además participaba en el concurso de tapas. Así que, como ya contó Mirella, no desaprovechamos la ocasión de probar su Lechazo churro escabechado, acompañado de nuevo del tinto Ebeia.


Una visita entretenida a un edificio espectacular y que merece la pena verse. Arquitectura que conjuga la belleza de formas con la funcionalidad para la mejor elaboración del vino, que es en definitiva de lo que se trata.

2 comentarios:

Bodegas Portia dijo...

Hola, Epicúreos.

Muchas gracias por visitarnos.

Y la próxima vez que viajéis a Atlantia no olvidéis pedir Portia ;)

Un lápsus... ¿Australia tal vez?

Quedamos a vuestra disposición en el corazón de la Ribera.

Saludos desde Bodegas Portia.

Guillermo dijo...

Sí, Australia parece una opción razonable. :-)

En todo caso gracias a vosotros por una visita muy entretenida y por elaborar tan buenos vinos.

Saludos.